La segmentación es un proceso de división del mercado en grupos homogéneos, con el fin de llevar a cabo una estrategia comercial diferenciada para cada uno de ellos, que permita satisfacer de modo más efectivo sus necesidades y alcanzar los objetivos de la empresa.
Un segmento de mercado está constituido por un conjunto de compradores cuyos comportamientos son suficientemente homogéneos.
El proceso de segmentación permite a la empresa dividir el mercado de referencia en diferentes segmentos e identificar grupos de compradores a los que poder dirigir su oferta mayores oportunidades de éxito.
Los criterios o variables empleados para segmentar los mercados pueder ser:
• Los criterios geográficos, demográficos y socio–culturales.
• Criterios de personalidad y de “estilo de vida”.
• Los criterios de comportamiento respecto a un producto. Un segmentos del mercado deben ser identificables y relevantes.
Pero ¿todas las empresas segmentan el mercado?
Estrategias de segmentación:
Estrategia indiferenciada: Ignora la existencia de segmentos. Se dirige al mercado con una única oferta. Ventaja: Menor coste. Inconveniente: No poder satisfacer a todos los segmentos.
Estrategia diferenciada: Dirige productos diferentes a segmentos diferentes, utilizando de forma distinta los instrumentos de marketing. La empresa utiliza una política basada en la gama de productos: cada producto responde mejor a los deseos de cada segmento del mercado y, en consecuencia, tiene una penetración importante en diferentes segmentos. Ventaja: Mejora las necesidades de los consumidores. Inconveniente: Mayor coste.
Estrategia concentrada: consiste en concentrarse en uno o varios segmentos en los que se tiene ventaja competitiva. Ventajas: Menores costes. Inconveniente: Asumir riesgos por disminución de la demanda de ese segmento o por entrada de nuevos competidores.